Tanto la identidad visual como la identidad corporativa y el branding son elementos esenciales para cualquier empresa o marca que busque establecer una presencia sólida y reconocible en el mercado, pues de acuerdo con Bravo Gil et al. “…la gestión de la identidad corporativa conlleva beneficios externos que influyen en la diferenciación y posicionamiento de la marca corporativa, e internos, que favorecen la identificación y el sentimiento de pertenencia de los empleados con la organización” (2016, pág. 60) y si bien los tres conceptos se basan en la idea de crear una imagen única y coherente que refleje los valores y la personalidad de la organización, su enfoque y alcance son diferentes, no obstante, a menudo se utilizan indistintamente. Por ello, es fundamental comprender las diferencias entre ellos.
La identidad visual
La identidad visual es el conjunto de elementos visuales que representan a una empresa, marca o producto. Estos elementos se utilizan para comunicar la personalidad, los valores y la imagen de la marca de una manera visualmente coherente y distintiva. La identidad visual suele estar compuesta por varios componentes, entre los que se incluyen el logotipo, los colores corporativos, la tipografía y los elementos gráficos auxiliares (íconos, texturas, patrones, ilustraciones, etc.). Estos elementos se utilizan para crear una apariencia visual distintiva y reconocible.
Una identidad visual sólida y coherente es fundamental para construir el reconocimiento de la marca, generar confianza en los clientes y diferenciarse de la competencia.
la identidad visual tiene como finalidad lograr 4 objetivos. En primer lugar, permitirá a la empresa obtener visibilidad y reconocimiento en el mercado. En segundo lugar, es un símbolo para los interesados que influirá positivamente en la imagen y en la reputación corporativa. En tercer lugar, la identidad visual proyecta la estructura de la organización externa de una manera integrada. Por último, la identidad visual tiene una función interna en términos de empleados que llevan a identificarse con la empresa. (Van den Bosch, 2006, citado en Takaki et al., 2013, pág. 28)
Al establecer una identidad visual clara y consistente, las empresas pueden transmitir su mensaje de manera efectiva y establecer una conexión emocional con su público objetivo y con el personal que la constituye.
La identidad corporativa
La identidad corporativa, además de los elementos y características mencionadas como parte de la identidad visual, es un concepto más amplio que abarca no solo los elementos visuales, sino también elementos intangibles como los valores, la misión, la visión, la personalidad y la cultura de la empresa, debido a esto la identidad corporativa es más estable y se considera una guía a largo plazo para la toma de decisiones y la comunicación de la empresa.
El Branding
El branding, por otro lado, es un concepto más amplio y abarca la identidad corporativa. El branding se refiere a la gestión estratégica de todos los aspectos relacionados con la marca, incluidos los valores, la personalidad, la voz, la experiencia del cliente y la percepción general de la marca en el mercado.
El branding se centra en la construcción de una relación emocional y significativa entre la marca y su audiencia. Se trata acerca del posicionamiento de la marca en la mente de los consumidores y cómo se diferencia de sus competidores. El branding busca crear una imagen duradera y una conexión emocional con los consumidores, basada en la promesa y la experiencia que ofrece la marca. En este sentido las empresas se ven obligadas a la utilización y puesta en práctica de lo que es el Branding, para poder primero, crear una marca, y posteriormente construirla en base a valores y una personalidad, propia de cada empresa; dependiendo del desarrollo que se le dé, esta puede llegar a tener o no éxito en el ámbito o rubro en el que se desempeñe. (pág. 8). Dado esto se puede observar que el branding involucra una capa adicional de características externas a la empresa que la identidad corporativa no contiene.
Conclusión
La identidad visual, la identidad corporativa y el branding son tres conceptos distintos, pero interrelacionados que desempeñan un papel crucial en el éxito de una marca. Es fundamental comprender las diferencias y la complementariedad entre estos conceptos para desarrollar una estrategia de diseño y marketing efectiva. La identidad visual crea una base de identificación coherente, mientras que la identidad corporativa proporciona, además de lo visual, elementos intangibles como los valores y el sentido de pertenencia de los miembros de la marca, por último, el branding da vida y significado a la identidad, estableciendo una conexión emocional y significativa con los consumidores. Al trabajar juntos, la identidad visual, la identidad corporativa y el branding ayudan a construir una marca sólida y memorable en el mercado.
Referencias
Bravo Gil, R., Matute Vallejo, J. y Pina Pérez, J. M. (abril-junio, 2016). Gestión de la identidad corporativa: Evidencias en el sector bancario, Revista de Ciencias Sociales, (22)2, págs. 49-62. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/280/28049145005.pdf
López-Videla Revilla, M. y Daza Ramos, a. (2019). Branding para el sostenimiento de emprendimientos y futuras empresas, Investigación y Negocios, (12)20, págs. 7-18. Recuperado de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2521-27372019000200002
Takaki, M., Bravo, R. y Martínez, E. (enero-abril, 2015). La gestión de la identidad corporativa en la Universidad: análisis y consecuencias desde la perspectiva del profesorado, Revista Europea de Dirección y Economía de la Empresa, (24)1, págs. 25-34. La gestión de la identidad corporativa en la Universidad: análisis y consecuencias desde la perspectiva del profesorado – ScienceDirect